Hoy vemos que el turismo vacacional en todo el mundo ha disminuido, más no así el turismo religioso, cada día más y más personas regresan a sus orígenes, y uno de ellos es su religiosidad. Citamos el ejemplo de la iglesia Católica, que en los últimos años ha decretado varios jubileos, entre los cuales podemos destacar, las puertas santas del año 2000. En el 2008 tuvimos uno espectacular en Lourdes Francia, ese año la iglesia celebró los 150 años de la promulgación del Dogma de la Inmaculada Concepción de María.
En esa oportunidad tuve la dicha de participar en la misa solemne que tuvo lugar en ocasión del 15 de agosto, día que la iglesia celebra la asunción de María al Cielo. En esa ocasión eran miles de persona que acudieron a la cita, la iglesia era insuficiente para recibir a tantas personas, se decretaron misas en todos los idiomas, era impresionante las largas filas de personas esperando llegar sus recipientes de Agua de la Gruta, donde cuenta la leyenda apareció la Virgen a Bernardita hace ya 150 años.
Da gusto ver que las autoridades del lugar, facilitan a los peregrinos todas las comodidades para hacer placentera su estancia, el lugar es sumamente seguro, tanto de día como de noche, las personas transitan sin ningún problema, la ciudad cuenta con aeropuerto con capacidad para aviones comerciales de pasajeros, estación de tren y de autobús, vía aérea desde Paris son 45 minutos de vuelo y terrestre son 6 horas de esplendidas campiñas y una serie de pueblos pintorescos, los cuales hacen el deleite de la mirada de todos los visitantes.
Los peregrinos según sus posibilidades económicas, cuenta con toda clase de albergues tanto gratuitos como hoteles de todas las categorías, la gastronomía francesa como española predomina en el lugar, los comerciantes dominan varios idiomas, lo cual facilita la comunicación con los peregrinos que llegan desde todas partes del mundo y por ende se funden una serie de idiomas en una sola devoción, la devoción a la madre de Dios hecho hombre.